La emboscada del 8 de agosto de 2022: La caída de un niño herido

El 8 de agosto de 2022 a las 11 horas, cuando creía tener una reunión 1:1 con mi manager por Zoom, me encontré en una emboscada frente a mi manager, mi N+2 y una persona de recursos humanos.

Se me heló la sangre. Entendí. Me quedé petrificado, paralizado. Escuché lo que tenían que decir. Mi manager, que había regresado de vacaciones para enterarse de que debía despedir a tres personas, no había tenido derecho a avisarnos, bajo pena de ser despedido él mismo. No decía nada. Con semblante sombrío. Perdía tres miembros de su equipo de nueve.

Esa misma noche, mi cuenta estaba bloqueada.

Durante 10 días, no salí de mi cama, no comí. Viví las peores crisis de ansiedad de mi vida.

Después de 5 años de éxito y una progresión de facturación de unos cientos de miles a varias decenas de millones, con muchos proyectos en curso, estaba lejos de sospechar lo que me iba a pasar.

Me presentaron un acuerdo de ruptura que pensaba inevitable, aunque injusto, con cláusulas que me impiden hablar de ello en detalle.

Lo firmé, porque creía que no tenía otra opción, y en estado de shock, no sabía qué más hacer.

Más tarde me enteraría por un colega que involucrar a un abogado mejoraba automáticamente el trato porque no querían hacer olas. Demasiado tarde.

Después de 2 semanas, retomé el curso de mi vida, al menos eso creía. Mientras me convencía de que estaba bien, en realidad me hundía, y mis amigos lo veían. Yo no.

Mucho más tarde, me enteraría de fuente segura que fui « seleccionado » porque era un Insurgente. Una característica valorada por nuestro anterior CEO, fan de Simon Sinek, pero que, obviamente, plantea problemas al mal liderazgo. Así, la persona de recursos humanos habría dicho por teléfono: « Ves, alguien como Akim no podíamos mantenerlo. Cuando había problemas y no hacíamos nada, iba a hablar con el CEO o el management y nos caía encima. » Por supuesto, será para siempre imposible de probar. Pero visto mi contribución, se puede suponer que el layoff era un buen medio para deshacerse de una persona incómoda.

Durante 18 meses, busqué un empleo. Pero como autodidacta, 52 años, sin título ni máster, y en competencia internacional con más jóvenes, fracasé. Abandoné.

Desde hace 9 meses, estoy al final del desempleo, sin ingresos y sin empleo. Mi éxito sin embargo me permitió ahorrar lo que me permite hoy alimentarme y alimentar a mi perro sin ayuda externa, en todo caso por un tiempo.

Para el 3er aniversario de este día fatídico, he decidido sincerme. Compartir. Con un nudo en el estómago, revivo esta traición, este enfoque totalmente inhumano de proceder, del que, creo, las corporativas están acostumbradas.

Mientras tanto, me hice cargo de mi TDAH, descubrí mi TEPT complejo (Trastorno de Estrés Postraumático complejo) relacionado con la violencia de mi infancia, acentuado por la insidiosa de los managers tóxicos durante mi carrera, y estoy en espera de una terapia asistida por psicodélicos, enfoque experimental que debe ser autorizado por la OFSP.

¿La continuación?

• Estoy acondicionando una furgoneta para vivir la vanlife, al menos probarla, desde el verano de 2026
• Formado en coaching y PNL, con una experiencia muy rica en muchos ámbitos, aspiro a crear mi empresa Nouvelle Ere, para acompañar a las empresas y particulares en la evolución, la resistencia y la excelencia

Mientras tanto, desarrollo plugins y otras integraciones, me ocupo de mi perro, y de mi salud.

Por fuera, Akim es una persona muy segura de sí misma, fuerte, tranquilizadora, que tiene respuesta para casi todo, y resuelve casi todos los problemas.

Por dentro, es un niño frágil, con autoestima inexistente, confianza vacilante, que sufre una muy fuerte ansiedad social de la que nadie realmente sospecha. Rey del masking, siempre hace buena cara. Es de este niño del que debo cuidar si quiero poder ayudar eficazmente a los demás.

Mientras este niño necesite ser tranquilizado por otros, validado, verificar que hace lo correcto, y sobre todo que tenga la impresión de que corre el riesgo de ser rechazado, incluso de morir si comete un error, es poco probable que pueda prosperar en una actividad independiente.

La lucha continúa. Algunos días son más duros que otros. Hoy, escribo. Mañana, ya veremos.

Una Nouvelle Ere comienza para mí. Para seguir este renacimiento, suscríbanse a mi página: https://linkedin.com/company/nouvelleere